En 2005, la empresa familiar de Don Rodolfo Álvarez ubicada en Tenosique, Tabasco, México dejó de elaborar quesos como su actividad principal y se dedicó a la ganadería extensiva en su rancho de 110 hectáreas. Sin embargo, en 2007, el empresario quiso continuar con su empresa de quesos, pero decidió que lo haría con un producto totalmente innovador en la región. Fue así como nació el queso provolone, su producto estrella, derivado de un producto similar que observó en Verona, Italia en el año 2006; cuando asistió a la edición de Terra Madre y el Salone Internazionale del Gusto, organizadas por Slow Food en la Ciudad de Turín, Italia. Estos eventos eran un lugar para el encuentro mundial entre las comunidades del alimento, reunía y enfrentaba a productores y operadores del sector agroalimentario.
Fue así que en 2009 Don Rodolfo afirmaba su vocación productiva en el ramo de lácteos. Sin embargo, la mercadotecnia seguía siendo un asunto pendiente en su negocio. Aunque el empresario estaba convencido de las ventajas de esta herramienta, no sabía cómo diseñarla e implantarla, se preguntaba si era conveniente invertir en esta área funcional de su empresa o si le convenía seguir con su publicidad de boca en boca.
Marketing.
El empresario mencionaba que se tenían estrategias y se habían estudiado muchos planes que no se había podido ejecutar debido a la inseguridad que hay en la zona. Concluía que darle mucha publicidad a sus productos le generaría muchos riesgos a él y su familia, no sería prudente.
Sus productos habían ido tomando lugar en el gusto de los consumidores por su calidad y presentación. La publicidad de boca en boca era la mayor fortaleza. Los quesos “El Tío Rodo” se caracterizaban por su empaque, a los que se le agregaban recetas sobre cómo preparar o acompañar el producto. No obstante, no tenía marca registrada ni código de barras. Don Rodolfo comentaba que había hecho dos intentos por registrar su marca en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI); pero que ambos intentos resultaron fallidos. Posteriormente surgió el nombre “El Tío Rodo” pero aún no había hecho las gestiones para registrar la marca.

Distribución
Aparte de la distribución en el Estado de Tabasco, los productos se comercializaban en otros estados como Chiapas, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Baja California, Nuevo León y Jalisco.
Promoción
La promoción del producto se realizaba en ferias especializadas. Esto les permitía conocer gente y daba la oportunidad de vender sus productos en otros lugares. En noviembre de 2009, asistieron a la Feria de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Cuando se presentaban en las ferias, los quesos que se llevaban de muestra tardaban en venderse, a pesar de ello, seguían asistiendo porque les daba la oportunidad de llegar a otros lugares.
Retos actuales.
En 2009, la fábrica de Quesos “El Tío Rodo” formaba parte de la Red de Productores de Queso de Poro de Balancán, quienes no satisfacían la demanda total de productos de la región. No obstante, Don Rodolfo tenía planes de fabricar un tipo de queso o dos totalmente diferentes o no existentes en la zona. Con las ventajas competitivas de sus productos el empresario se preguntaba cómo hacer para estimular la demanda e implantar las estrategias de marketing que ya había diseñado, no sabía cómo hacer para evitar que esto llamara la atención y le produjera algún problema por la situación de inseguridad que se vivía en el área geográfica donde se ubicaba su empresa. ¿Cómo diseñar e implantar un plan estratégico de marketing para el Tío Rodo?
1 Tomado de Tabasco.gob.mx: https://tabasco.gob.mx/noticias/quesos-el-tio-rodo-tradicion-y-exito-desde-hace-25-anos


